El firmamento celestial, envuelto por una casi imperceptible neblina polvorienta e impura, nos modela coquetamente su indumentaria, esas diminutas hebras que están bastantes desgastadas pero que aún nos siguen maravillando gracias al intenso degradé azul plomizo al concentrado dorado.
El aire se hace sentir duro y me priva de todo calor... es normal en esta época del año.
Dirijo mi atención hacia la ciudad, allí están los amontonados gigantes de cemento que parecen dormidos o lentos ante tanta majestuosidad carnavalezca de las luces de neón, sus colores van formando un maravilloso y enorme telar que, perspectivamente, se dirigen hacia ese faro citadino. Las sirenas de este mar profundo hipnotizaron mis sentidos: el aroma a las empanadas fritas, el canto amplificado de un bombo criollo, son una de ellas. Los llamados provienen de aquel faro, que siempre está bien iluminado en su base pero no así en su filo cuyos lados están adornados delicadamente por tímidas luciérnagas.
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Fotografía y título: Santiago (Negrolacava)
Texto: Marez (la Halcón)
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3 comentarios:
Es fácil perderse entre tanta luz, pero el caso, es que hay un punto en la foto donde va toda la energía. El texto acompaña perfectamente a esta maravillosa imagen.
ahhh¡¡ Amigocha¡¡ me trajo una letra de una cancion de la renga¡¡
Es muy buena la fotografia¡¡felicitaciones¡¡
El texto tiene tu sello ;)
Saludos.
Soy fabita bs as¡¡
Aun no se como comentar con mi perfil¡¡
ROBER!!! ^_^
La fotografía la había elegido para un ejercicio para la facultad donde yo tenía que describirlo narrativamente... y me gustó lo que me salió :)
(por suerte al dueño de la foto también! jaja!)
Muchas gracias!!!
Abrazos y besos!!!
FABI: después pasalo al tema de la Renga!!! ;D
Muchas gracias, che!
jajaja! uf... hasta a mí me cuesta con este blog, jajaja!!!
Abrazos y besos!!!
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